Estirar los brazos mejora la flexibilidad y alivia la tensión muscular. Ayuda a prevenir lesiones y mejora la postura al alinear los hombros.

Además, promueve la relajación mental al enfocarse en la respiración durante el estiramiento. Incorporar esta práctica en la rutina diaria puede ser clave para mantener el bienestar físico y emocional y te ayudará a mantener tus brazos fuertes, flexibles y listos para cualquier desafío.