Nuestra respiración, algo tan natural y esencial, tiene un profundo impacto en nuestro sistema nervioso. Este sistema, que controla todas las funciones del cuerpo, se ve afectado por la forma en que respiramos. La respiración superficial activa el sistema nervioso simpático, desencadenando estrés, mientras que la respiración profunda activa el sistema parasimpático, promoviendo la relajación.

La conexión entre la respiración y el sistema nervioso afecta no solo la respuesta al estrés, sino también nuestra concentración, toma de decisiones y bienestar general. Prácticas como la meditación y el yoga reconocen esta conexión y la utilizan para calmar la mente y fortalecer el cuerpo.

En un mundo estresante, aprender a controlar la respiración es crucial. La respiración consciente activa el sistema parasimpático, lo que promueve la relajación y la restauración del cuerpo y la mente. Esta práctica simple pero poderosa nos brinda la capacidad de gestionar el estrés, mejorar la salud y cultivar una vida más satisfactoria.

En este vídeo Victoria te explica cómo utilizar la respiración para equilibrar tu sistema nervioso.