Hoy, en mi paseo, me sorprendí prestando atención a algo que hacemos todo el tiempo sin darnos cuenta: hablarnos a nosotros mismos. Ese diálogo interno, que parece tan natural, marca profundamente cómo vivimos la realidad.
Si lo que nos decimos está cargado de crítica y exigencia, el cuerpo lo refleja con tensión, cansancio y bloqueo. En cambio, cuando ese diálogo se suaviza, cuando nos tratamos con amabilidad y confianza, todo cambia: la energía fluye, las decisiones pesan menos y la vida se siente más ligera.
En consulta lo veo cada día: pacientes atrapados en pensamientos que repiten “no puedo”, “lo hago mal”, “no me sale”. Tras un ajuste quiropráctico, su cuerpo se relaja, y en esa apertura aparece algo nuevo: más calma, más claridad… y también una nueva manera de hablarse a sí mismos.
🔹 Ajustes quiroprácticos para liberar la tensión del diálogo negativo
🔹 Recupera la calma y la confianza desde dentro
🔹 Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que te descubras repitiendo una crítica interior… pruebas a preguntarte: ¿Le hablaría así a alguien a quien quiero?
