Hoy, caminando, pensaba en cómo el miedo cambia nuestra manera de mirar el mundo. Cuando miramos desde el miedo, todo parece más grande, más difícil, más incierto. Y sin darnos cuenta, dejamos de ver las cosas como son para verlas como tememos que sean.
El miedo no siempre se manifiesta como pánico; a veces se disfraza de control, de exigencia, de duda. Pero si logramos detenernos y observarlo sin juicio, el miedo se convierte en información: nos muestra lo que nos importa, lo que valoramos, lo que queremos proteger.
En consulta lo veo a diario. Muchos cuerpos llegan en modo defensa: hombros tensos, respiración corta, mandíbula apretada. Con un ajuste, el sistema nervioso se calma, el cuerpo baja la guardia… y de repente, la mirada cambia. Donde antes había amenaza, aparece comprensión. Donde había miedo, surge confianza.
🔹 Ajustes quiroprácticos para liberar el cuerpo del estado de alerta
🔹 Reconexión con la calma natural y la claridad interior
🔹 Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que el miedo aparezca, en lugar de huir, pruebas a mirarlo con curiosidad? Tal vez no sea tu enemigo, sino un recordatorio de lo que realmente te importa.
