Hoy, caminando bajo el cielo claro, reflexioné sobre algo esencial: cuánto nos perdemos viviendo en el “y si…” o en el “antes / después”. La presencia no es solo detenernos, es permitir que la vida ocurra desde dentro, con apertura y curiosidad.
Jugar a estar en el presente es una práctica suave que no exige perfección. No se trata de eliminar pensamientos, sino de aprender a no aferrarnos a ellos. Cuando soltamos la necesidad de control y nos permitimos sentir el ahora, surgen la libertad, la claridad y una conexión más profunda con lo que somos.
En consulta observo algo muy parecido: quienes buscan aferrarse al pasado o adelantarse al futuro cargan tensiones innecesarias en el cuerpo. Con un ajuste quiropráctico, esas tensiones se disuelven, el cuerpo se relaja, y de ese espacio surge algo nuevo: una mente más clara y un sentir más armónico.
🔹 Ajustes quiroprácticos para liberar la tensión del pensamiento constante
🔹 Cultivar la presencia desde el cuerpo hacia la mente
🔹 Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que te descubras distrayéndote… pruebas a recordarte: ¿dónde está esto ocurriendo? ¿en el ahora o en otro momento?