Hoy, caminando en silencio, reflexioné sobre un principio simple pero poderoso: aquello en lo que pongo mi atención tiende a crecer. Si enfoco energía en lo que me preocupa, lo nutro; pero si la dirijo hacia lo que quiero cultivar, lo que deseo se fortalece.
No se trata de ignorar los problemas, sino de elegir dónde colocar la mirada, dónde invertir mi energía. Todas las situaciones tienen múltiples matices: cuando enfoco mi atención en lo que soy capaz de transformar, en lo que sí late dentro de mí, la expansión ocurre.
En consulta lo veo cada día: cuerpos tensos por enfocarse en carencias, en lo que “no está bien”. Tras un ajuste quiropráctico, surge relajación, claridad… y desde ese espacio limpio, la atención puede sembrarse en lo que nutre.
🔹Ajustes quiroprácticos para liberar rigidez y permitir fluidez
🔹Cultivar la atención desde el bienestar interno
🔹 Primera visita completa disponible en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que te descubras atrapado en algo negativo… pruebas a preguntarte: ¿Dónde deseo ahora enfocar mi atención?
