Hoy, mientras caminaba, reflexioné sobre cómo muchas veces filtramos la vida con relatos internos: “no sirve”, “es difícil”, “no lo lograré”. Estas historias —pensamientos que narramos continuamente— colorean nuestra experiencia y pueden desconectarnos de lo que realmente está pasando ahora.
Pero la vida no es la historia que nos contamos: es lo que sucede en el instante, con sus matices, sus luces y sus sombras. Cuando empezamos a distinguir entre lo que imagino y lo que vive mi cuerpo y mi entorno, aparece otra calidad de presencia y de verdad.
En consulta lo percibo claramente: pacientes con cuerpos rígidos por las exigencias que se cuentan, bloqueados por narrativas densas. Con un ajuste quiropráctico, el cuerpo se relaja, cede, y en ese espacio comienzan a aparecer nuevas visiones menos condicionadas por lo que antes “tenía que ser”.
🔹 Ajustes quiroprácticos para soltar tensiones del pensamiento excesivo
🔹Reconectar con lo que ocurre en el cuerpo y en el momento
🔹 Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si, antes de reaccionar, te preguntas: ¿Estoy viviendo esto o contándome algo sobre ello?
