Hoy, mientras caminaba, reflexioné sobre dos fuerzas que rigen nuestra vida: lo constante y lo variable. Algunas cosas permanecen, como fundamentos internos, valores o principios; otras cambian, como circunstancias, emociones, ideas.
Reconocer cuál es cada una hace que nuestro camino sea más claro.
Cuando tratamos de aferrarnos a lo cambiante o de forzar que lo variable permanezca, nace la tensión. Pero si aceptamos lo que puede transformarse y sostenemos lo que realmente importa, encontramos un eje más estable. Eso nos da calma, claridad y paz interior.
En consulta lo veo a diario: personas que intentan controlar lo que no pueden, o que descuidan lo que sí puede sostenerlos. Con un ajuste quiropráctico, el cuerpo recupera su alineación natural, se libera la rigidez y surge espacio para reconectar con lo esencial.
🔹Ajustes quiroprácticos para equilibrar lo que debe cambiar y lo que debe sostenerse
🔹Reconexión con tus constantes internas
🔹Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que te sientas abrumado por cambios… te preguntas: ¿esto es variable o constante? — y actúas desde ahí.
