Hoy, mientras caminaba, reflexioné sobre una idea sencilla pero poderosa: el sufrimiento nace de la resistencia. Cuando luchamos contra lo que sentimos o contra lo que sucede, generamos tensión innecesaria.
Aceptar no significa resignarse, sino permitirnos estar con lo que está —sin añadirle capas de juicio o dramatismo.
La aceptación consciente es un acto de liberación: reconocer lo que aparece —sea emoción, pensamiento o circunstancia— y soltar la lucha. Ese es el verdadero camino para aliviar el dolor y recuperar la paz interna.
En consulta lo veo cada día: pacientes que llegan tensos, atrapados en la exigencia de no sentir o de controlar. Con un ajuste quiropráctico, el cuerpo se despliega, se libera… y desde esa relajación surgen insights y verdades que la mente otrora bloqueada no podía alcanzar.
🔹Ajustes quiroprácticos para soltar tensiones físicas y emocionales
🔹Conexión con tu capacidad natural de aceptación y armonía
🔹Primera visita completa en nuestro centro en Madrid
¿Y si la próxima vez que sufras… te detienes y preguntas: ¿Hasta qué punto estoy aceptando lo que existe, y qué ganaría soltando la resistencia?
